Tápate los oídos.
¿Qué oyes? O aun mejor, ¿Qué escuchas?
Es como un motor de un avión.
Es como una ráfaga de aire.
Es el ritmo que marca tu corazón.
Escuchas lo insonoro, hasta una caricia tiene sonido y está viva.
Y aun puedes escuchar más.
Concéntrate.
Es tu conciencia llamando a la puerta.
Déjala pasar por una vez, y redescúbrete por dentro.
Es solo un segundo, y reconócete.
¿Eres lo que creías que eras?
¿Si? ¿No?
Hay que saber diferenciar entre oír y escuchar.
8 comentarios:
hay tantas cosas que tenemos que aprender a diferenciar...
Un beso cielo^^
Saber diferenciar oir y escuchar, es fundamental. Lastima que mucha gente no sepa hacerlo.
Bonita entrada ;)
un beso
Saber diferenciar oir y escuchar, es fundamental. Lastima que mucha gente no sepa hacerlo.
Bonita entrada ;)
un beso
Es importante saber eso, cosa que mucha gente oye, pero no escucha, bonita forma de expresarlo.
Un beso!
De tanto en tanto va bien cerrar los ojos y escuchar lo que tiene que decir tu corazón. Como siempre profundo y revelador. Cada dia mejor!
unbesomuygrande
:D
Para mi que ese sonido eres tú llamando a la puerta con una gran sonrisa, si me concentro hasta la veo y todo.
Veo que has vuelto de tu viajecito muy inspirada...hay que aprender a conocernos por dentro para poder mostrarnos a los demás.
Hay qye escuchar más.
Besos!!
Es una gran diferencia...que no todo el mundo sabe ver ciertamente ...Un abrazo!
Publicar un comentario