La chica con la sonrisa rota se cree tan minúscula en el mundo que al final acabará teniendo razón. Está tan segura de ello que se ha acostumbrado a su soledad. Pero está contenta, su independencia con el mundo la hace ser quien es. Inocente, piensa que las prisas no llevan ningún sitio y que el odio es solo un monstruo relleno de caramelo, al que si muerdes, saldrá toda su dulzura a borbotones.
La gusta espiar a los enamorados y siente que el día que la espíen a ella todo girará y entonces las nubes sabrán a mermelada de fresa y las cafeterías regalarán chocolate caliente.
Pero tiene un secreto inconfesable del que se avergüenza enormemente… a pesar de tener un corazón libre la falta valor para casi todo. Aunque a veces casi, quiere decir TODO… solo que ella lo ve una exageración.
2 comentarios:
ya era hora de que volvieras...
:)
porfín! :) yo también tengo que volver..
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